Inicios
El corazón de nuestra Fundación empezó a palpitar en 1975 cuando nuestra fundadora Astrid Tamayo de Bayer se estremeció ante la posibilidad de que el Proyecto de Ley recién presentado en el Senado, para permitir el aborto provocado, acabara con la vida de inocentes bebés y destrozara el corazón de las mujeres colombianas que sin apoyo competente no encontrarían opciones para dar su sí a la vida.
Empezamos con una pequeña oficina prestada en la sede de la Acción Católica Colombiana, un teléfono y una máquina de escribir a donde poco a poco fueron llegando estas valientes mamás a recibir la asesoría sicológica y espiritual que les brindábamos.
Poco a poco fueron llegando estas valientes mamás a recibir la asesoría sicológica y espiritual que les brindábamos.
Ya para el 15 de septiembre de 1976, a escasos cinco meses de haber iniciado la obra, la Sra. Astrid, quien había asumido la dirección de la Fundación, con la ayuda de Dios y el propio esfuerzo, estaba trasladándose a una sede propia en la carrera 14A No 67 – 14, la cual fue pagada con un crédito del Banco Central Hipotecario.
Inolvidable fue aquel 18 de febrero de 1976, cuando llegaron las primeras mujeres en busca de ayuda, esto hacía que la obra tuviera así su comienzo. Aunque con muchas dificultades en los primeros meses, poco a poco se recibieron los recursos necesarios para adelantar las tareas dirigidas a las madres; se les ofrecieron conferencias, se les consiguió alojamiento, hospital, ropa para su bebé y muchas cosas más. Y un poco más adelante se contó con una nueva sede donde se organizó una guardería para los bebés y habitaciones para las mujeres, con donaciones de algunas empresas, bancos y gente de buena voluntad.
Un poco más adelante las primeras conferencias se empezaron a llevar a los colegios a cargo del Padre Bill Cogan, quien había filmado la película Aborto Decisión de la Mujer a su llegada a Colombia, con el primer proyector de 8mm, para la Fundación Derecho a Nacer.
A los dos años aproximadamente de haber comenzado labores, ya se habían atendido unas 1200 mujeres y varios niños, fueron salvados del aborto.
Como parte de la prevención del aborto se organizaron seminarios latinoamericanos de Defensa de la Vida, en Bogotá; además, varios seminarios juveniles en diferentes ciudades de Colombia. Se realizaron varios cursos sobre El Amor y la Sexualidad y otros para promover los métodos naturales y la paternidad responsable.
Igualmente, con los siguientes temas: Origen de la Vida, Aborto, Noviazgo, Sexualidad, Valores, se dictaron más de 2.000 conferencias por todo el país, en colegios, universidades, parroquias y empresas, entre otras.
Con el propósito de Educar para el Amor Responsable se creó el Instituto “IDEAR”, el cual tuvo que parar sus actividades por falta de recursos económicos.
Para ayudar en esta tarea de formar, orientar y defender la vida, se inició la edición del boletín “CORREO DE VIDA”, con un tiraje de 2.000 ejemplares bimensualmente que se continuó enviando a todos los centros educativos y otras entidades hasta el año 2015 cuando empezamos a reinventarnos para adaptarnos a la difusión web.
Uno de los mayores empeños de DENACER ha sido el trabajo constante y decidido para crear una conciencia en el pueblo Colombiano acerca del crimen que se comete cuando se provoca un aborto.
La Fundación Derecho a Nacer permanece vinculada activamente en campañas a través de los medios de comunicación para frenar la legalización del aborto en Colombia, lo cual ha permitido archivar varios Proyectos de Ley.
El trabajo realizado por “DERECHO A NACER” no puede ser expresado en cifras, porque es una labor eminentemente moral y de profunda significación humana, realizada de persona a persona, de acuerdo con las necesidades diferentes de cada una.
Con apoyo en el Departamento de Educación, Conferencias, Congresos, Formación Espiritual, Asesoría Psicológica, Asesoría Médica, Asesoría Jurídica, Bolsa de Empleo, Recursos Comunitarios y el Voluntariado, son muchos los niños que han podido nacer. Se ha logrado incluso a conducir a varias parejas al estado matrimonial, y a que muchas familias comprendan y ayuden a sus hijas; se ha salvado de la desesperación y hasta del suicidio a muchas mujeres y se les ha conseguido un empleo o gracias al cual puedan vivir pero también se les ha capacitado mediante cursos artesanales y de comercio han logrado muchas madres prepararse para poder conseguir trabajo.
Son muchos los años de ardua labor pero al mismo tiempo de inmensas satisfacciones, ya que se han salvado miles de bebes (aproximadamente 18.000) que hoy en día tienen una vida digna que se abre paso construyendo y haciendo patria.
El Señor ha permitido, durante todo este tiempo, de trabajo dedicado y amoroso, que ha llevado a que muchas mujeres se reconcilien con su ser maternal, encontrando sentido y significado al hecho de tener a su hijo, aun al precio de una lucha recia contra las circunstancias adversas, dentro de una sociedad cuyos sistemas políticos, económicos y culturales, se erigen en enemigo acérrimo de la vida.
El año 2006 fue devastador para el corazón de esta Fundación amante de la vida, pues se despenalizó el aborto para los tres casos que aprobó la Corte Constitucional pero aun así la Fundación no dejó de luchar. Un rumbo nuevo empezó a tejerse para nosotros después de 30 años de funcionamiento.
El nuevo marco legal trajo como consecuencia que empezara a emerger la necesidad de un servicio nuevo para reparar los corazones rotos, que año tras año han ido creciendo en número. Los corazones de hombres y mujeres, que sufren las secuelas del trauma post aborto, empezaron a llegar para ser consolados y reparados. Desde aquel momento asumimos la bandera de ofrecer servicios de Sanación Post Aborto que nos llevaron a implementar dos modelos creados para este propósito, Proyecto Esperanza y Viñedo de Raquel, desarrollados en Chile y Norte América respectivamente. Decenas de sesiones de Proyecto Esperanza y de Retiros de Viñedo de Raquel se han conducido desde entonces. Así mismo, diferentes equipos se han capacitado para ofrecer Viñedos de Raquel en otras zonas de Bogotá y demás regiones de nuestro país.
Paralelamente y dando continuidad a nuestro empeño por formar para la paternidad responsable, la Divina Providencia nos fue guiando amorosamente a conocer la más asombrosa herramienta para conocer el lenguaje de la salud de la mujer y la fertilidad, el Modelo Creighton FertilityCare System & NaProtechnology. Actualmente somos abanderados de este increíble proyecto, del que se cuentan hoy en día 18 profesionales en Colombia que prestan sus servicios, tanto en el área del Cuidado y Apreciación de la Fertilidad – FertilityCareTM como en la Tecnología de la Procreación Natural – NaProTechnologyTM debidamente acreditados gracias a los recursos gestionados por esta Fundación.
La Fundación Derecho a Nacer permanece vinculada activamente en campañas a través de los medios de comunicación para frenar la legalización del aborto en Colombia, lo cual ha permitido archivar varios Proyectos de Ley.
El trabajo realizado por “DERECHO A NACER” no puede ser expresado en cifras, porque es una labor eminentemente moral y de profunda significación humana, realizada de persona a persona, de acuerdo con las necesidades diferentes de cada una.
Con apoyo en el Departamento de Educación, Conferencias, Congresos, Formación Espiritual, Asesoría Psicológica, Asesoría Médica, Asesoría Jurídica, Bolsa de Empleo, Recursos Comunitarios y el Voluntariado, son muchos los niños que han podido nacer. Se ha logrado incluso a conducir a varias parejas al estado matrimonial, y a que muchas familias comprendan y ayuden a sus hijas; se ha salvado de la desesperación y hasta del suicidio a muchas mujeres y se les ha conseguido un empleo o gracias al cual puedan vivir pero también se les ha capacitado mediante cursos artesanales y de comercio han logrado muchas madres prepararse para poder conseguir trabajo.
Son muchos los años de ardua labor pero al mismo tiempo de inmensas satisfacciones, ya que se han salvado miles de bebes (aproximadamente 18.000) que hoy en día tienen una vida digna que se abre paso construyendo y haciendo patria.
El Señor ha permitido, durante todo este tiempo, de trabajo dedicado y amoroso, que ha llevado a que muchas mujeres se reconcilien con su ser maternal, encontrando sentido y significado al hecho de tener a su hijo, aun al precio de una lucha recia contra las circunstancias adversas, dentro de una sociedad cuyos sistemas políticos, económicos y culturales, se erigen en enemigo acérrimo de la vida.
Soñamos con un futuro increíble. Estamos cercanos a cumplir 48 años de servicio, con subidas y bajadas, con triunfos y derrotas, con llanto y con gozo y trabajando muchas veces más allá del límite de nuestras fuerzas, pero continuamos siendo bendecidos con corazones amantes de la vida que continúan llegando y renuevan nuestras fuerzas para seguir tejiendo esta preciosa obra gestada directamente en la fuente del Amor.